La retirada de Morella (1838). Intendencia y logística durante la Primera Guerra Carlista

Resumen

Durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840), en la zona de Aragón y Valencia, la insurrección realista fue sumando efectivos y profesionalizándose conforme pasaban los años. A principios de 1838 era capaz de disputarle el control militar de ciertos territorios al Gobierno liberal a pesar de la ausencia de una declaración de guerra formal para la región. Fue entonces cuando la persona designada desde Madrid para dirigir el Ejército del Centro, el general Marcelino Oráa, diseñó y puso en marcha un plan destinado a revertir esta situación: arrebatarle al comandante carlista, Ramón Cabrera, el control sobre Morella, plaza estratégicamente situada y muy bien defendida. Para ello organizó una expedición numerosa (unos 20.000 soldados) para aquel verano. Sin embargo, la deficiente logística que empleó y el buen desempeño de los sitiados le obligaron a una pronta retirada con efectos catastróficos para el desarrollo del conflicto en aquellas provincias. Aquel fracaso, unido a la destrucción, unas semanas después, de la división del general Pardiñas, supuso el pistoletazo de salida para un largo período de preeminencia carlista en amplias zonas de Teruel y Castellón. Este trabajo se propone estudiar las causas del descalabro, no solo militar, sino también político. No se trataría tanto de repartir culpas, como era tradicional en la historiografía decimonónica, sino de indagar en las formas de aprovisionamiento de aquella guerra y en las relaciones de los asentistas del Ejército con el poder gubernativo de la capital, usando para ello las fuentes periodísticas de la época, aprovechándose de hecho de que ambas cuestiones fueron objeto de un debate público de larga duración. Fue un cúmulo de malas decisiones, algunas posiblemente guiadas por la mala fe, las que obligaron a Oráa a retirar sus tropas de Morella; todas, sin embargo, son prueba de lo problemático que resulta poner en marcha una buena intendencia capaz de abastecer los grandes ejércitos de aquella época.